Programa de Conservación

A principios de los años ochenta la raza Asturiana de la Montaña había llegado a un momento crítico debido al cruzamiento desordenado con toros Asturianos de los Valles, buscando terneros de valor superior y explotando tanto la heterosis como la complementaridad entre las cualidades maternales de la casina y el potencial de crecimiento y la conformación de la raza Asturiana de los Valles.

Este hecho dio lugar a un descenso del número de animales incorporados al Libro Genealógico. Así, en el año 1991 sólo se incorporaron 99 hembras al libro, lo que suponía que solamente unas 300 reproductoras se estaban cubriendo con toros de raza casina.

Estas cifras dispararon todas las alarmas y dieron lugar a la puesta en marcha en el año 1992 de un Plan de Conservación por parte de ASEAMO y financiado por el Principado de Asturias. El objetivo del Plan era (y sigue siendo) el aumento del número de vacas y toros de la raza inscritos para conservar el máximo de variabilidad genética. Intrumentos de la consevación:

  • Recuperación del mayor número posible de animales para el Libro Genealógico de la raza
  • Aumentar el número de sementales en servicio.
  • Creación de un banco de embriones y de semen congelado.
  • Subvención a la incorporación de animales puros al Libro Genealógico, para paliar la diferencia de valor entre el ternero puro y el cruzado.

Este Plan de Conservación sufrió diversas modificaciones y, desde el año 1994, está financiado a través de las medidas agroambientales. En Asturias, desde el año 2002 sólo cobran ayuda aquellas reproductoras que han parido en el año un ternero de pura raza Asturiana de la Montaña.