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Sistemas de Explotación
Vienen determinados por la situación geográfica de la explotación y por la disponibilidad de recursos alimenticios.
Se ha comprobado la perfecta adaptación de esta raza a sistemas de explotación extensivos en zonas de la España seca.
Las explotaciones ganaderas son pequeñas y, en muchos casos, están dedicadas a una producción conjunta de carne y queso, para lo cual cuentan con un rebaño de vacas casinas, algunas vacas de ordeño y otro rebaño de ovejas y cabras.
Las cubriciones son de primavera-verano, casi todas en monta natural durante la estancia en los puertos. Sólo esporádicamente se utiliza la inseminación artificial.
Los partos se acumulan entre finales del invierno y comienzo de la primavera (entre enero y mayo tienen lugar el 75% de los partos).
La hierba es la base de la alimentación de los rebaños, bien sea consumida en pastoreo durante los meses de primavera, verano y otoño, o bajo la forma de heno y ensilado en los meses de invierno.
El sistema descansa en la complementaridad de la producción forrajera entre los prados situados en el fondo de los valles (propiedad privada) y los invernales y pastizales comunales (cuestas y puertos). El factor limitante del número de cabezas de cada explotación es la capacidad de producción de forraje conservado (heno o ensilado) para el invierno.
Los prados de la explotación suelen ser praderas naturales de muy pequeño tamaño aprovechados para siega en primavera-verano y para pastoreo en otoño.
Los invernales son prados de altura intercalados entre los prados de la explotación y los puertos de montaña que son aprovechados a diente durante cortos períodos a la subida y bajada de los puertos. En muchas ocasiones disponen de establos de corte tradicional en los que se consume el heno de hierba recolectado en verano.
Las denominadas cuestas son pastizales de zonas bajas, normalmente de fuerte pendiente y con abundancia de matorral, que suelen aprovecharse durante la invernada.
Los puertos de montaña son los pastizales de las zonas supraforestales que se aprovechan en régimen de trashumancia corta el verano y parte del otoño.
El ciclo de aprovechamiento comienza en mayo con la subida del ganado a los puertos, en donde permanecen hasta el mes de octubre en que el ganado comienza a bajar a los invernales, cuestas y prados del valle.
A lo largo del otoño permanecen todo el día en cuestas y prados y, a medida que avanza el invierno, se van bajando a los prados del valle aquellos animales que aún permanecían en invernales y cuestas, de manera que en febrero los animales están en los prados (la mayoría) o estabulados (algunas explotaciones).
A finales de marzo se comienza a utilizar las cuestas e invernales hasta que en mayo se vuelva a iniciar el ciclo con la subida a los puertos de montaña.
Los terneros lactantes acompañan a las madres a los puertos y son destetados en otoño para ser vendidos en las numerosas ferias que se celebran en esa época. Son muy pocas las explotaciones que cierran el ciclo con el cebo de los terneros hasta el sacrificio.
El periodo de estabulación invernal es muy corto, y la base del sistema es el aprovechamiento de los pastos comunales (más de 200 días al año). Anualmente, las vacas pastorean en pastos propios y pastos comunales, una media de 343 días al año, de los cuales 63 van acompañados de estabulación nocturna.
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